La gripe canina es una infección respiratoria similar a la nuestra que afecta a los perros. Los síntomas incluyen tos, secreción nasal, fiebre y pérdida del apetito. Aunque rara vez es grave, puede causar molestias y complicaciones, especialmente en perros con un sistema inmunológico débil.
La infección se transmite fácilmente entre perros a través de secreciones nasales y saliva. Es recomendable evitar que los perros enfermos entren en contacto con otros caninos en lugares con muchos animales como parques, guarderías o estéticas caninas.
Si tu perro presenta síntomas de gripe canina, es importante llevarlo al veterinario para que lo revise. El tratamiento suele incluir medicamentos para aliviar la fiebre y la tos aunque en algunos casos se recetan antibióticos si hay infecciones secundarias.
Durante la recuperación, es fundamental mantener a tu perro cómodo, asegurándote de que beba suficiente agua y descanse lo necesario. Evitar el estrés y el esfuerzo físico puede lograr una recuperación más pronta y efectiva.
Sumada a un correcto esquema de vacunación, la prevención de la gripe canina también depende de mantener buenas prácticas de higiene. Lavar tus manos después de tocar a otros perros y mantener limpias sus pertenencias es fundamental para evitar la propagación del virus.
Pregunta a tu veterinario cómo fortalecer las defensas de tu lomito ahora que comenzó la temporada de lluvias en nuestro país.
Fuente: https://www.trudellanimalhealth.com/learn/further-reading/dog-flu-signs-symptoms-treatments
