Si alguien en tu familia respira con dificultad, tiene tos persistente o despierta con sensación de falta de aire, podría ser más que un resfriado pasajero. Las enfermedades respiratorias como el asma, la EPOC y las alergias pueden empeorar sin un control adecuado.
Los chequeos anuales para cuidar la salud respiratoria de toda la familia pueden marcar la diferencia entre una vida saludable y complicaciones prevenibles.
¿Qué chequeos necesitas?
Estas son algunas pruebas esenciales que pueden hacer la diferencia:
Espirometría: Evalúa la función pulmonar y ayuda a diagnosticar enfermedades como el asma y la EPOC.
Oximetría de pulso: Mide los niveles de oxígeno en sangre, fundamental para personas con enfermedades respiratorias crónicas.
Radiografía de tórax: Permite detectar anormalidades pulmonares.
Prueba de óxido nítrico exhalado (FeNO): Indica inflamación en los pulmones, útil para el diagnóstico y seguimiento del asma.
Tu médico tiene la capacidad de...
El seguimiento con un especialista es fundamental. Tu médico puede ayudarte a identificar factores de riesgo, ajustar tratamientos y utilizar equipos para medir óxido nítrico y espirómetros para un monitoreo preciso. Además, podrá asesorarte sobre hábitos saludables, el uso de terapias respiratorias adecuadas y la integración de equipos médicos que faciliten tu bienestar.
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