Lamentablemente, los perros también pueden padecer condiciones respiratorias crónicas, tal como ocurre en los humanos. El papel del sistema respiratorio es crucial, pues ayuda a llevar oxígeno a todo el cuerpo a través del flujo sanguíneo y a remover el dióxido de carbono de la sangre.
El sistema respiratorio del perro se compone por el tracto superior —nariz, pasajes nasales, senos, faringe y laringe— a través del cual pasa el aire para llegar a los pulmones, y el tracto inferior —tráquea, bronquios, bronquiolos y alveolos— el cual facilita el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en los pulmones. El perro puede llegar a un estado de gravedad cuando este intercambio falla debido a una condición respiratoria.
Las enfermedades respiratorias caninas más comunes son la tos de las perreras, el colapso traqueal, la rinitis, las infecciones respiratorias superiores, la neumonía y la bronquitis crónica. Esta última, la bronquitis crónica canina, es una condición de largo plazo que produce inflamación en el sistema respiratorio del perro y puede causar daño pulmonar permanente.
Algunos de sus síntomas de la bronquitis crónica canina son tos, estornudos, dificultad para respirar, vómitos, arcadas y pérdida de conciencia. Aunque no existe cura para esta condición, existen tratamientos como los esteroides inhalados, administrados con AeroDawg*, que pueden ayudar a manejar los síntomas y ralentizar la progresión.
Es muy importante que tanto veterinarios como dueños de mascotas estén muy al pendiente de cualquier síntoma respiratorio sospechoso, para generar un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado que permita brindar al perro una mejor calidad de vida respirando mejor y viviendo mejor.
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