Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tienen un mayor riesgo de presentar enfermedad grave por COVID-19. En estudios clínicos reciente se ha demostrado que los pacientes con COVID-19 que tienen EPOC presentan un mayor riesgo de ser ingresados en unidades de terapia intensiva, así como una mayor mortalidad en comparación con los pacientes con COVID-19 que no tienen EPOC:
En la EPOC se produce una obstrucción al flujo aéreo y una dificultad para vaciar el aire de los pulmones. Este daño hace que las paredes de los alvéolos se destruyan, los bronquios se engrosen, y los pulmones generen más secreciones de lo normal, lo que hace que se obstruyan las vías respiratorias.
¿Por qué es altamente mortal la combinación entre la EPOC y la COVID-19?
El pulmón en pacientes con EPOC ya está dañado una vez entra el virus SARS-CoV-2. A una persona normal la COVID-19 la mata la insuficiencia respiratoria. Si tienes el pulmón al 100%, igual te daña el 50%. Pero en la EPOC, la función pulmonar está previamente disminuida. Por tanto, el COVID-19 actuará sobre el pulmón dañado que no tiene la misma capacidad de recuperación que un pulmón sano.
Los pacientes con EPOC deben extremar y ser súper cautos con las medidas de seguridad para evitar la infección. También es muy importante seguir con su tratamiento de control para evitar una exacerbación.
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