La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por el virus de la influenza (A, B, C y D) Los virus A y B causan epidemias estacionales casi todos los inviernos. Los subtipos de virus A que actualmente están circulando son el H1N1 y el H3N2. Las líneas del virus tipo B son Yamagata y Victoria. El virus de la influenza C causa enfermedad respiratoria leve y no llega a causar epidemias. El virus tipo D no ha causado enfermedad en las personas.
La enfermedad puede ser leve o grave y en ocasiones puede llevar a la muerte. La mejor manera de prevenir la influenza es aplicarse la vacuna todos los años.
Los principales signos y síntomas son fiebre (escalofríos), tos, dolor de garganta, rinorrea o congestión nasal, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, cansancio, puede haber vómito y diarrea. Es importante destacar que no todas las personas con influenza tienen fiebre.
El Contagio de la influenza
El virus de la influenza se transmite principalmente por vía respiratoria pero también se puede llegar a contraer influenza si se toca una superficie o un objeto contaminado con el virus de la influenza y se toca luego los ojos, la boca o la nariz.
El virus puede vivir en algunas superficies hasta 24 horas y se muere con peróxido de hidrógeno, jabón, detergentes, cloro, alcohol, limpiadores a base de iodo y temperaturas mayores a 75°C.
El periodo de contagio inicia 1 día antes de que los síntomas se presenten y hasta 5-7 días o más después del inicio de la enfermedad. El periodo de incubación es de 1 a 4 días, generalmente 2 días.
Prevención de la influenza
El primer paso y el más importante para prevenir la influenza es la vacunación anual. La recomendación de la CDC es vacunar a todas las personas mayores de 6 meses de edad excepto los que tengan alergia al huevo o que hayan tenido reacción a la vacuna previamente. Otras medidas son mantenerse alejado de las personas que están enfermas, cubrirse la boca y nariz al toser, al estornudar y lavarse las manos con frecuencia.
Diagnóstico de la influenza
La prueba rápida para influenza puede detectar si el virus es A o B es una prueba poco sensible (50 - 70%) y muy específica (90-95%), es decir cuando el resultado es negativo no descarta la enfermedad, y cuando es positivo si la confirma. La decisión de iniciar tratamiento no debe depender de la prueba si no del cuadro clínico. La prueba de PCR es altamente sensible y específica pero habitualmente el resultado se obtiene en una semana.
Tratamiento
El tratamiento más efectivo es con antivirales inhibidores de la neuraminidasa los más usados son el oseltamivir se administra vía oral, el zanamivir se administra vía inhalada, y el peramivir que se administra por vía intravenosa. El inicio del tratamiento se debe iniciar en las primeras 48 hrs de que iniciaron los síntomas de Influenza para tener un mejor resultado. La duración del tratamiento es de 5 días, en pacientes hospitalizados se puede prolongar el tratamiento. Los amantados como la amantadina y rimantidina no tienen efecto sobre el virus de influenza B, si tienen efecto contra el virus tipo A pero se ha reportado alta resistencia por lo que no se recomienda como tratamiento para la influenza.
Complicaciones por la influenza
Las complicaciones por la influenza pueden incluir neumonía bacteriana, infecciones del oído, infecciones sinusales, deshidratación y empeoramiento de las condiciones médicas crónicas, tales como insuficiencia cardíaca, asma o diabetes.