La calidad de nuestro descanso nocturno es primordial para contar con una buena vida durante la vigilia. Aspectos como la concentración, la fuerza física y nuestra capacidad de reflexión están íntimamente relacionadas con el descanso que obtenemos al dormir.
La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe y vuelve a comenzar de forma repetida durante las horas de sueño, impidiendo que las personas lleguen a los niveles de sueño profundo donde el cuerpo y la mente se recuperan.
Existen dos tipos diferentes de apnea del sueño:
- Apena Obstructiva del Sueño
Es el tipo de apnea más frecuente, se produce por una obstrucción repetida en la vía aérea superior que ocasiona pausas respiratorias de 10 segundos o más, su síntoma más común es el ronquido acompañado de despertares con sensación de ahogo o angustia, dolor de cabeza por las mañanas y sueño excesivo durante el día.
- Apena Central del Sueño
Es menos frecuente, se presenta cuando existe un problema en el control de la respiración, en este tipo de apnea podemos ver una respiración irregular que se interrumpe por pausas de 10 segundos o más sin que haya obstrucción en la vía aérea. En algunos casos se puede ver un aumento gradual de la respiración que decrece seguido de una pausa, para volver a empezar.
Existe un Síndrome de Hipoventilación por Obesidad, el cual se puede presentar en pacientes con Apnea Obstructiva del Sueño. Debido a la acumulación de grasa en tórax y abdomen, el diafragma introduce y expulsa menos aire, por lo que baja la oxigenación y aumenta el dióxido de carbono.
De continuar con cualquiera de los tipos de apnea del sueño sin tratamiento, las personas presentan un deterioro de su calidad de vida y pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares, neurológicas, metabólicas y otras complicaciones.
¿Consideras que descansas de forma óptima durante las noches?
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