La espirometría es una prueba esencial para evaluar cómo están funcionando tus pulmones. Este examen mide el flujo de aire que inhalas y exhalas, permitiendo a los médicos diagnosticar y monitorear diversas enfermedades pulmonares. Al realizar la prueba, te sentarás y respirarás dentro de una boquilla conectada a un dispositivo llamado espirómetro, que registra la cantidad y la velocidad del aire que pasas a través de ella.
Estos son los resultados que arroja una prueba de espirometría:
Volumen Espiratorio Forzado en un Segundo (FEV1): Mide la cantidad de aire que puedes exhalar en el primer segundo de una espiración. Este valor ayuda a evaluar la obstrucción de las vías respiratorias.
Capacidad Vital Forzada (FVC): Representa el volumen total de aire que puedes exhalar de manera forzada después de una inhalación profunda. Compara este valor con el FEV1 para determinar el patrón espirométrico.
Índice FEV1/FVC: Se utiliza para diagnosticar enfermedades pulmonares. Un valor bajo puede indicar una obstrucción en las vías respiratorias.
Flujo Espiratorio Máximo (PEF): Mide la velocidad máxima a la que puedes exhalar aire. Este resultado es útil para monitorear la función pulmonar en el hogar, especialmente en personas con asma.
Es importante que tu médico revise los resultados de tu prueba de espirometría, interprete los números y te brinde un plan de acción adecuado. No dudes en realizar esta prueba si tienes síntomas respiratorios o preocupaciones sobre tu salud pulmonar; la detección temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico.
Fuentes:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003853.htm
https://www.mayoclinic.org/es/tests-procedures/spirometry/about/pac-20385201
